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De la hierba y de unos ojos.
Respirar cerca del suelo me ayuda a engañar a los pulmones. Modosos, como flotando en anestesia de estraperlo, creen estar en otro lugar. También he engañado a mis ojos. Ver diversos tonos de verde y nada más que verde, ha creado la ilusión en lo más profundo de mis modestas pupilas de que he reptado a otro mundo más allá. Mis entrañas, sin embargo, son mucho más difíciles de engañar. Hundidas y maltratadas, han desarrollado la percepción sublime del que no aguanta más, del que se jura cada vez que será la última, y del que se cansa de respirar. Dormidas, aplastadas contra una realidad…
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Del gato y de ti.
El cine, me sabe a ti. Cuando paso la mano por la butaca de al lado y oigo el roce de la tela contra el silencio, me huele a ti. En las películas se puede oír la cafetera, pero nunca huele a café. Ayer volví y Madrid olía a café. En esta cocina yo te oigo, pero no estás y ya no huele a nada. Mis padres no paran de venir a verme. Mis hermanos no dejan descansar el teléfono, y yo peleo por no cogerlo. Tus padres paseaban ayer cuando salí de trabajar, y de tus hermanos mejor no tener noticias. Yo estoy bien, ya…
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De lo que ya no somos
Su esposa murió afirmando que no recordaba una sola palabra de su lengua natal. A pesar de haber llegado al país en el mismo barco, ella no volvió a hablar italiano tras el par de años de adaptación. La excusa de practicar el nuevo idioma llevó enseguida a asegurar que no recordaba absolutamente nada del antiguo. Nadie se lo creyó nunca más allá de sus propios hijos y algún que otro auténtico americano, como ellos, de los que las lenguas extranjeras suponen una nebulosa abstracta tan difícil de comprender como la ecuación de las ondas gravitacionales. Para ellos, si la señora decía que no recordaba ni una…
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De lo que eres y de lo que crees ser.
No voy a esperar más1. No tengo por qué2 hacerlo. ¿Qué se me ha perdido a mi aquí? No ser puntual es un defecto asumible, pero en este caso no veo necesario asumirlo3. Al fin y al cabo, ¿yo qué pierdo? Yo no pierdo nada. Mañana me iré de aquí. Mañana no vendré4. Mañana tengo cosas más importantes que hacer. Hoy también las tengo, pero me gusta ver a la gente, la gente que anda a mi alrededor en todas direcciones. Me niego a pensar que todos andan hacia alguna parte. No llevan ninguna dirección. Yo creía llevar una dirección, pero está claro que no. Ellos también creen que la…